20080118

El otro chisme 5: [13 Horas]

[Mas que un cuento es un pequeño relato en primera persona, en el cual soy el protagonista, es como dijera Silvia Pinal ‘un caso de la vida real’, espero les agrade y Feliz 2008]

I

-¿Qué tranza Osbe vamos a ir a pintar en la noche?- me preguntó el ‘Sincko’ en la tarde a la entrada de mi casa.
-¿A qué hora y en dónde?- le conteste.
-Igual que la otra vez, allá con el Orgas a las diez- terminó la conversación.

Como el frente frió 18 azotaba directamente a la Ciudad de México, me di un baño para darle un poco de calor a mi cuerpo y me enfunde en el pijama, a las diez de la noche me puse encima de la pijama otro pantalón y dos sudaderas, por eso de prevenir los cambios de temperatura.

Al llegar al ‘punto de reunión’ ya se encontraban varios ‘XVNCA’ que estaban ansiosos por pintar sobre Tlalpan; el ‘Orgas’ cargaba una mochila azul llena de aerosoles junto con su esposa e hija para ‘despistar’. En la estación del metro Portales solo aguardamos por el ‘Sien’ que era el único faltante a la cita.

-Acabo de ver como atoraban a unos weyes en donde había pintado el Morfo y el Kaze- fue como el ‘Sien’ nos saludo al llegar al metro.
- No eches la mala vibra- le reclamó el ‘Sincko’ y sacudió sus manos sobre el ‘Sien’ como si tratara de tirarle la ‘mala vibra’.
-Esperó no sea mal augurio- termino la platica el ‘Orgas’ por que el metro listaba a llegar a los andenes.

El metro San Antonio Abad fue elegido para empezar la ‘noche atascada’ como la habían bautizado por ser una noche donde esperábamos pintar todo lo que se pudiera. Al salir todos nos preparamos: quitar las válvulas a los aerosoles, ponerles una válvula ‘fat’, colocarnos un guante de látex para evitar las molestas manchas en las manos y agitar los aerosoles disimuladamente para empezar a pintar a la primera oportunidad.

II

-¡Shhht!- se oyó del interior de un auto que se incorporaba a Tlalpan sobre la lateral de Viaducto.
-Ahí te hablan- le dijo el ‘Orgas’ dirigiendo la mirada al ‘Sien’

Como buen altruista me acerque para saber que era lo que querían, solo nos preguntaron como llegar al Aeropuerto, sé los dijimos y nos incorporamos de nuevo al grupo, sin haber dado más de diez pasos por Tlalpan llegó una ‘Ram’ llena de policías y tras ella varias más de las cuales descendieron decenas de policías.

-¡Contra la pared!- dijo un policía apuntando con la metralleta. Me revisó las bolsas y me pidió que le mostrara lo que contenía mi morral; y al ver que traía aerosoles me exigió que abordara la ‘unidad’.
-¡Pero si no estoy haciendo nada!- repliqué.
-¿Cómo no? ¡Estabas graffiteando!-
-¡No es cierto!, ¡yo no he pintado nada! y portar aerosoles no es ningún delito- le dije al mismo que me daba gracia como se atrevia a decir ‘graffiteando’ cuando el verbo ‘graffitear’ no existe, se dice pintar.
- ¡Que te subas!- con un tono más agresivo y empujando me llevó a los pies de la ‘Ram’.
-¿Qué pasa?, ¿Sé esta poniendo pendejo?- graznó otro policía que lucia una especie de pasamontañas en el rostro, al mismo tiempo que me amenazaba con la metralleta.

Sentía que de un momento a otro me golpearían como tantas veces había oído, por lo que resignado aborde la ‘Ram’, al subir a ella pude apreciar el sometimiento de los mis compañeros, segundos después uno por uno fueron subiendo a todos, el ‘Orgas’ trataba de tranquilizar a su hija que por el actuar de los policías estaba hecha un ‘mar de lagrimas’.

En el trayecto al Juzgado Civil, nos gritaban <<¡No alcen la cabeza!, ¡Ahora si van a valer madre!, ¿Qué se ganan con graffitear?>>, solo nos mirábamos tratando de tranquilizarnos y pensar que no nos pasaría nada. Al llegar al juzgado varios policías nos pidieron nuestros nombres y nuestra edad, por un momento dudé en decir un nombre y una edad falsa, crear en ese momento una identidad nueva, sin pasado, que en ese momento comenzara su historia; pero deseche la idea y me dije <<¡Awevo! Soy Christopher, tengo 22 años, y tengo más conocimientos que estos palurdos con traje azul y metralleta, además que no hice nada>> que equivocado estaba. También nos tomaron fotos sin dejar de ridiculizarnos a cada momento.

Al entrar al juzgado separaron a los menores de edad, solo nos quedamos el ‘Orgas’ y yo. Aunque ante la juez declaramos en reiteradas ocasiones que no habíamos hecho nada, hecho que era real ya que aún no empezábamos a pintar a la hora de la detención, la juez nos pedía que presentáramos pruebas a nuestro favor, cosa imposible ya que la palabra de los ‘palurdos azules’ tenia mas ‘peso’ que la nuestra, la sentencia: 13 horas de arresto en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social mejor conocido como el ‘Torito’.

III

-¡Quiubo!- me dijo al entrar a mi celda un joven entrecano después se volvió a dormir.

Aunque los ‘custodios’ me dejaron tomar dos cobijas el frió calaba hasta los huesos, no pude dormir solo oía las risas, los quejidos y los ronquidos de los demás ‘detenidos’. A las 6:30am puntuales nos sacaron de los bloques de cemento, que intentaban ser una cama, para ir al comedor por frijoles, un bolillo y una infusión de manzanilla, como la apariencia de la comida no era de confiar solo probé la infusión que rebozaba de humo, y que intentaba amainar aunque fuese un poco el frió, que se incrustaba en las bancas de metal que conformaban el comedor.

Nos dejaron regresar a los ‘dormitorios’ pero nos recogieron las cobijas, conciliar el sueño me parecía una empresa imposible así que decidí encontrar ‘Otros Chismes’ en el pasillo de los dormitorios.

IV

-¿Y tú por qué estas aquí?- le dijé al joven de sudadera gris que se incorporaba a las cercanías de la reja.
-Por vender pantaloncitos en el centro- me contestó, aún titiritando por el frío.
-¿Y cuántas horas te echaron?-
- 13 y ¿a ti?-
-Igual, y ¿no alcanzabas fianza?-
-Si, pero querían $200 y yo apenas saqué en todo el día $150, pero ya salgo a las siete-

<<Pinche Ebrard y sus soluciones>> pensé y su nombre se oyó mientras el ‘custodio’ le abría la reja para que saliera, su ‘condena’ había sido cumplida.

V

-¿Y usted por qué esta aquí?- le pregunté a un señor que se cubría la cabeza con una sudadera un poco mugrosa.
-Por borracho- me contestó
-¡Ahh!, ¿Por el alcoholímetro?-
-¡No!, por estar tomando en la Central-
-¿Y cuántas horas?-
-25, pero ya estoy aquí desde ayer, salgo a las 11:30 de la mañana, pero horita que salga me voy a tomar una cuba-
-Así se habla don-

VI

A las 7:30am nos llamaron a ‘pasar lista’, nos formaron en el patio en filas de cinco personas, gritaban el nombre y teníamos que contestar el apellido; después de una nueva revisión minuciosa a nuestras prendas, nos mandaron de nuevo a los dormitorios. Dos nuevos ‘huéspedes’ se unieron al dormitorio que compartía con el ‘Orgas’ y el ‘joven entrecano’, los ‘nuevos’ era el ‘werito’ y el ‘fresita’, los tres estaban ahí por que rebasaron los 0.4 miligramos en la prueba del alcoholímetro.

-¿A todo les dieron 20 horas?- dirigí la pregunta a los tres que estaban arrestados por el alcoholímetro.
-¡No, a mi 25!- contesto el ‘fresita’.
- ¿Y por qué mas horas?-
-Porque me aloqué e insulto a esos pinches policías-
-¡Qué mal pedo!-

Dieron las 8:30am y de nuevo nos sacaron al patio para que asearan los dormitorios.

VII

-¿Y ustedes por qué están aquí?- les pregunte a dos tipos que me daban risa sus caras.
-Por limpiar parabrisas- me contesto el más alto de los dos.
-No sabia que limpiar parabrisas fuera delito-
-De repente hay operativos y nos cargan-
-¿Y a ustedes cuánto les pedían?-
-$100 por los dos-
-¿Y no traían?-
-A duras penas alcanzábamos a juntar $40 entre los dos-
-¿Iban empezando?-
-¡Si! íbamos llegando, y mi mujer bien me decía que hoy no fuera a trabajar-

VIII

Los custodios nos dejaron estar en el patio y aprovechar los primeros rayos de sol que temerosos invadían a la ciudad. El ‘joven entrecano’ interpuso un amparo y lo dejaron libre antes de cumplir su condena, así que los cuatro que quedábamos colocamos unas sillas que semejaban a las usadas en mis tiempos de enseñanza secundaria, en un semicírculo en el centro de patio, donde los pequeños rayos de sol se esforzaban por calentar la ciudad. A los pocos minutos se nos unieron dos más ‘por alcoholímetro’ uno con facha de ‘Big Metra’ y otro que estudiaba en España y estaba aquí por la temporada vacacional. Los minutos pasaron y las anécdotas de cada uno salían a relucir, les prestábamos atención con mucho ahínco, se necesitaba ‘matar’ tiempo, las risas no podíamos disimularlas, no faltaba el comentario del ‘Big Metra’ <<Sólo hacen falta las chelas ¿no?>>, <<parece pic-nic esto>> dijo el ‘werito’.

IX

-Luis y Christopher al medico- dijo el custodio.

Por fin las 12:30pm la condena terminaba, nos despedimos de los demás y les deseamos suerte, ellos salían en la noche y la madrugada.

-¿Crees que en la calle nos hablarían?- le pregunté al ‘Orgas’ en referencia a los cuatro compañeros que se quedaban por ‘alcoholímetro’.
-No lo creo, a lo mejor el de chinos sí, se ve buen pedo, pero el wero no creo-
-Que cagado, como allá adentro no existen las clases sociales, ni el estatus, todos éramos iguales-

A la salida nos regresaron nuestras pertenencias y tras la puerta nos recibian los XVNCA ‘menores de edad’…


-o-

[Dedicado principalmente a mis carnales de la XVNCA, a los que son retenidos por ir borrachos y a los artistas de la noche que llenan de Graffiti la ciudad en tiempos inimaginables teniendo que ‘rifarsela’ a la hora de correr para evitar las 13 horas…]